31 de diciembre de 2008
Gracias Por Confiar en Aqualita
Desde el Equipo de Aqualita Sevilla les damos a todos nuestros clientes las gracias por confiar todo este año 2008 en nosotros.
Nos gustaría seguir hidratando a su negocio como hasta ahora, y que gracias al buen espíritu que el agua contribuye al bien estar de las personas puedan hacer del 2009 un buen año de prosperidad y buenos negocios entre los suyos.
Os deseamos a todos un feliz año 2009 y que sigamos haciendo negocios como hasta ahora.
¡¡¡FELIZ 2009!!!
Isaac Gálvez
Gerente Aqualita Sevilla
Plaza de Ruíz de Alda, 11
CP:41004 Sevilla
902 883 555
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3 de noviembre de 2008
¿Que calidad de agua estamos tomando? y ¿a que precio?
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16 de octubre de 2008
Alerta: El agua que consume el plástico
El ministro británico de Medioambiente, Phil Woolas, publicó el pasado domingo en The Mail on Sunday un artículo sobre el despilfarro de agua en el que, entre otras cosas, decía: "En el proceso de producción, se requieren siete litros de agua para fabricar una simple botella de litro de plástico. Y muchas de las botellas terminan en nuestros ríos y canales, creando una versión en miniatura de la vorágine de botellas y otros residuos plásticos que se arremolinan en nuestros grandes océanos". ¿Para asustar? Pues parece que se queda corto. Su ecuación, siete litros para una botella de uno, palidece frente a las que lleva tiempo contando a sus alumnos un docente español: para fabricar un vaso de 15 mililitros, asegura, hacen falta 10 litros de agua. Para una botella de un litro, 80; para envolver en plástico un bocadillo, ocho litros... y así hasta el vértigo. Sus alumnos le oyen a diario. "A ver, chicos, vamos a pesar los envases de plástico que habéis traído para el recreo". Así comienza José Luis Garrido, profesor de Biología en el IES Carrús de Elche, su habitual experimento de concienciación ecológica. Lo repite año tras año a sus alumnos de bachillerato que, tras ver los resultados, abren la boca hasta el suelo. "Muy bien, Fulanito, el papel transparente que utilizas para envolver el bocadillo pesa tres gramos. Así que, si tenemos en cuenta que para fabricar un kilo de cualquier envase plástico se requieren 2.000 litros de agua, has dejado a la naturaleza sin seis litros sólo para traer el bocata".
Esa es su didáctica: enseñar a los niños con prácticas cotidianas y experiencias cercanas, como, por ejemplo, una típica merendola cumpleañera escolar, disfrutada por los chavales, organizada y sufrida por los padres: "Así mi mensaje llega a todos los miembros de la familia", comenta. Más allá del bullicio, las risas, los regalos, el confeti y las velas, semejante celebración de la vida puede llegar a ser, y es casi siempre, una tragedia ambiental si no se hace adecuadamente. Pongamos, por ejemplo, que asisten ocho invitados al cumpleaños de su hijo; en total: nueve personas con el homenajeado. Comienza la lista del desastre: nueve vasos de plástico (90 litros de agua: 10 para la elaboración de cada uno); un plato de plástico para cada celebrante más seis para distribuir la comida a lo largo de la mesa (15 platos, a 18 litros de agua por plato: 270 litros); cubiertos de plástico, a dos por cabeza: 18 (108 litros de agua). En total y como mínimo, ya que no se incluyen los envases de refrescos y comida, 486 litros de agua desperdiciados, ninguneados, tontamente malgastados, que podrían haberse ahorrado sustituyendo el plástico por vasos de vidrio, platos de porcelana y cubiertos de acero inoxidable, que, por cierto, plantea José Luis como una alternativa muy recomendable a la consabida y omnipresente botellita de plástico: "Los termos de acero tienen una vida casi infinita, son irrompibles y preservan el agua de la luz, además de mantenerla en perfecto estado y fresquita. Yo entiendo que la gente no quiera volver al botijo o se niegue a llevar en el bolso botellas de vidrio. Por eso, el acero es lo mejor".
Hace unos meses y en vista de que "las nuevas generaciones, que han vivido siempre en la opulencia, se han olvidado del significado y la importancia del ahorro", José Luis publicó un artículo en la revista del instituto, donde denunciaba el monstruoso gasto de agua que genera la industria del plástico -por cierto, una de las que más dinero y beneficios mueve en todo el mundo-, intentando paliar el, según el profesor, vergonzoso silencio mediático que, ni siquiera en el tiempo del cambio climático, se preocupa por este tema: "La cosa está muy clara -asegura-. A nadie le interesa que la gente sepa. Hay multitud de intereses económicos en juego: por una parte, el de las petroleras (sólo en España, se consumen más de 330.000 barriles para la fabricación de botellas de agua) y por otro, el de las marcas de agua embotellada, que fomentan la moda creciente (en la década de los 70, se ingerían 1.000 millones de litros de agua al año en el mundo; hoy, la cifra ha aumentado hasta los 155.000) de beber agua mineral, que supuestamente es más sana".
Y no le falta razón: el agua embotellada deja en ocasiones mucho que desear, hasta el punto de que en ciertas zonas geográficas sería mucho más saludable consumirla del grifo. Según el prestigioso científico alemán William Shotyk -y tal como ya publicó Crónica en marzo de 2006- los envases de plástico no sólo contienen agua y refrescos, sino también niveles excesivos de antimonio, un metal altamente nocivo para la salud que poco a poco se va mezclando con el líquido provocando tras su ingesta vómitos y desarreglos en el sistema nervioso, entre otros trastornos para la salud.
España es el cuarto país consumidor de agua mineral (las cifras se han incrementado en un 80% en la última década) y el noveno productor de agua embotellada en Europa, hasta alcanzar una media actual de unos 170 litros por habitante y año. Sin embargo, es mucho lo que los consumidores desconocen; por ejemplo, que las tres cuartas partes de las botellas disponibles en el mercado contienen simple y llanamente agua del grifo purificada y a la que se llegan a añadir ciertos elementos para poder etiquetarla como mineral.
Tampoco sabe el consumidor medio que sólo el 3% del agua existente en el planeta es agua dulce; es decir, apta para el consumo, por lo que, si se requieren 2.000 litros para fabricar un kilo de plástico (40 litros van sólo en una botella de un tercio de litro), cada español desperdicia indirectamente 13.600 litros de un agua que, tras el proceso de fabricación de las botellas, queda prácticamente inservible.
NO SÓLO EMBOTELLADA
Pero a todas estas cifras vertiginosas habría que añadir muchas más, porque no sólo de agua embotellada vive el hombre. Desde que nos levantamos y hasta que nos acostamos, nuestro consumo de plástico es irracional y, muy a menudo, frívolo e innecesario: el plástico está presente en el tetra brick de leche, en el embalaje del pan de molde para la tostada, en los artículos de higiene (botellas de champú y gel, cosméticos, cepillo de dientes ), en las perchas de las que colgamos la ropa, etc.Es decir, cada día y antes de salir de casa, hacemos un flaco favor a la naturaleza y nos lo hacemos por ende a nosotros mismos, que dependemos del agua como fuente esencial de vida. Pero dejando a un lado los motivos ecológicos y agarrándonos al bolsillo, el agua mineral constituye una nueva aberración en cuanto al precio: 100 metros cúbicos de agua del grifo cuestan tanto como un litro y medio de agua embotellada. Con todo y aunque España sea uno de los países europeos con el precio más bajo de agua doméstica, parece que las estrategias de márketing han hecho más mella en la población que el precio de oro al que nos venden un agua por otro lado muy similar a la que utilizamos en la ducha o para lavar los platos.
Sin embargo, no está todo perdido, no por el momento. José Luis intenta curso tras curso académico concienciar a sus alumnos en el ahorro de recursos naturales para crear una bola de nieve en la que estos conciencien a sus padres y amigos que, a su vez, concienciarán a otros convirtiéndose en lo que con orgullo le gusta llamar "profesores ambientales". Así, les propone formas eficientes y sencillas para evitar al máximo el consumo de plástico.Entre ellas, algo tan fácil como sustituir el film transparente del bocata por una servilleta de papel "con la que además pueden después limpiarse la cara y, por tanto, darle un nuevo uso para a continuación depositarla en el contenedor verde de reciclado.El papel, por supuesto no es la panacea: para la producción de un kilo se usan 250 litros de agua, que también es una cifra espeluznante, pero ni de lejos tan salvaje y abrumadora como la del plástico, que gasta ocho veces más del líquido elemento".
A día de hoy, los embalses de España están al 44% de capacidad: un 14% menos que en 2007. En la costa levantina, la situación es agónica: no rebasan el 21%. Además, las calidades del agua en ésta y otras zonas del país dejan mucho que desear: son aguas duras, con exceso de cal y, cerca del mar, aguas generalmente desaladas, lo que les confiere un sabor poco apetecible para los paladares. Precisamente es la calidad del agua lo que más nos impulsa al consumo de la embotellada. Por eso, José Luis propone a las administraciones públicas hacer fuertes inversiones en el saneamiento de tuberías, depuradoras y demás infraestructuras hídricas.
En 2007, la alcaldía de Nueva York impulsó una campaña a favor del consumo de agua del grifo. Ese mismo año, el consistorio de San Francisco prohibió a las instituciones públicas comprar agua embotellada y en San Sebastián repartió jarras para agua en los establecimientos hosteleros de la ciudad, con el lema "¿El agua? En jarra, ¡naturalmente!". La semana pasada, el Ministerio de Medioambiente británico inició una campaña apoyada por un documental que emitirá mañana la BBC bajo el título Agua embotellada, ¿quién la necesita?, en el que se afirma, por ejemplo, que la producción de un litro de agua Evian o Volvic genera 600 veces más CO2 que el agua del grifo. Mientras tanto, José Luis emprende de septiembre a junio su modesta campaña entre los que pasan por su aula. Sus cuentas del agua.
Para fabricar un plato grande se necesitan
6 litros de agua
Para fabricar el embalaje de un bocadillo se necesitan
8 litros de agua
Para fabricar un vaso de 150 ml. se necesitan
10 litros de agua
Para fabricar una botella de 330 cl. se necesitan
40 litros de agua
Para fabricar una botella de un litro se necesitan
80 litros de agua
Para fabricar una botella de cinco litros se necesitan
350 litros de agua
10 de octubre de 2008
Una encuesta desvela que a la mayoría de los españoles no les gusta el sabor del agua de grifo
Noticia publicada el 29-07-2008
(Libertad Digital) La encuesta de Ciao para Philips desvela también que la mitad de los españoles bebe habitualmente agua del grifo, siendo Navarra (83,4 por ciento), Extremadura (77,8 por ciento) y Madrid (76 por ciento) las regiones que lideran el consumo de este tipo de agua.
En los resultados se supo que aunque hay quienes usualmente consumen agua directamente del grifo, uno de cada diez españoles prefieren filtrarla antes de beberla. Por el contrario, el 49,5 por ciento bebe habitualmente agua embotellada; de hecho, los canarios (93,8), Baleares (90) y valencianos (76,1) se sitúan a la cabeza.
Según los datos, los españoles creen que los principales inconvenientes para consumir agua embotellada es el gasto que supone (37,7 por ciento), seguido de la contaminación que generan los envases (31,2 por ciento) y el tener que cargar con las botellas (29,8 por ciento). Si desglosamos esos datos por edades, los jóvenes se preocupan más por su bolsillo, los adultos por el medio ambiente y los mayores por el dolor de espalda que les produce el transporte de las botellas.
En cuanto al nivel de satisfacción que tienen los españoles respecto al agua de sus grifos, quienes más contentos están con la calidad de su agua son los vascos y los madrileños, pues un 81,5 por ciento la bebe siempre por ser de buena calidad, les siguen los extremeños con un 66,7 por ciento. Por el contrario, quienes más descontentos están con el agua de sus grifos son los canarios (68,8), valencianos (60,9) y Baleares (60).
7 de octubre de 2008
La amenaza insípida
Aunque no son tóxicos a corto plazo, los especialistas aconsejan reducir su presencia al máximo, tomando como referencia la nueva normativa sobre aguas de consumo humano
Desde hace años se sabe que el cloro, es capaz de reaccionar con la materia orgánica que transporta el líquido cuando llega a las plantas de tratamiento, originando trihalometanos. Estas sustancias pueden provocar daños hepáticos y renales, y de acuerdo a las investigaciones realizadas por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), algunas de ellas, como el cloroformo o el bromodiclorometano, son 'posiblemente cancerígenas'.
Fuente: EL PAIS JOSÉ MARÍA MONTERO - Sevilla - 04/11/2002
24 de septiembre de 2008
Miles de consumidores beben agua del grifo sin tratamiento completo
Miles de consumidores de Pontevedra y demás municipios de la ría beben agua del grifo sin un tratamiento completo porque el líquido no pasa previamente por una estación depuradora de potables y solo es objeto de cloración. Augas de Galicia, organismo autónomo dependiente de la Xunta, detectó esta situación cuando los concellos de la comarca se surten de fuentes propias, ríos y manantiales.
El plan de abastecimiento diseñado por este organismo, con un horizonte que llega al año 2025, prevé que la práctica totalidad de los suministros se hagan en el futuro con agua tratada al completo en una depuradora de potables. La solución pasa por conectar al sistema de Pontevedra-Lérez los municipios de Marín, Sanxenxo, Poio y Bueu en su práctica totalidad. Además, también serían enganchados al sistema la zona rural de Pontevedra, Barro y Vilaboa.
Esta conexión exige la construcción de una presa en Dorna con capacidad para 27 hectómetros cúbicos y de dos nuevas depuradoras, una de ellas en Vilanova -entre Tenorio y Bora- y la otra a pie del embalse de Pontillón (Ver La Voz de ayer). Además, la capacidad de almacenamiento de la estación depuradora de Lérez se ampliaría en 38.000 metros cúbicos.
Simple cloración
De momento, no hay una evaluación del número de personas que reciben agua sin tratamiento completo. Pero solo en el rural de Pontevedra hay ya 18.000. Augas de Galicia señala que en Marín y Bueu se trata con hipoclorito sódico y, en Poio, con un sistema de cloración. No obstante, Marín y su puerto toman un 70% del agua de Pontevedra y Bueu en torno a un 10%.
En el caso de Sanxenxo, la captación llega en verano en su práctica totalidad de Pontevedra, donde pasa por la estación depuradora previamente y, entre marzo y noviembre, se nutre en gran medida de O Salnés. Los autores del Plan de Abastecemento se muestran especialmente críticos en el caso de Barro, donde dice que hay dos depósitos rectangulares superficiales «nos que non se trata a auga e non se efectúa ningunha operación de limpeza». Gran parte de los vecinos, al igual que sucede en Vilaboa, se surten a través de traídas vecinales.
En contraste con esta situación, la estación depuradora de Lérez-Pontevedra aplica una línea de tratamiento que incluye precloración, coagulación-floculación, decantación, filtración y poscloración.
fuente de información
22 de septiembre de 2008
Agua mineral al precio de la gasolina
Dos botellas de medio litro de agua mineral de la marca Fuensanta, en la cafetería que da servicio al personal de este periódico, cuestan unos céntimos más que un litro de gasolina sin plomo de 95 octanos en los surtidores de la vecina estación de servicio que abandera Repsol. Hay pocos negocios tan redondos y tan simples como el de envasar agua y venderla para su consumo como una alternativa "saludable" a la de la jarra y el grifo. En España un centenar largo de empresas, lideradas por varias multinacionales, y alrededor de 4.500 personas, entre empleo directo e indirecto, viven de este lucrativo invento que generó en 2007 y en conjunto, según la Asociación Nacional de Empresas de Aguas de Bebida Envasada (Aneabe), una facturación de 850 millones de euros.
El agua en botella cuesta hasta mil veces más que la que sale del grifo
Se dispara la compra de manantiales y regantes venden su agua a envasadoras
Una cifra que equivale, por poner un ejemplo de su magnitud en un país agobiado periódicamente por las sequías, al presupuesto de construcción de cinco desaladoras como la prevista en el Baix Llobregat (Barcelona), la mayor de Europa, capaces de extraer del mar 60 hectómetros cúbicos de agua potable al año. Pero que también es, en términos relativos, una cifra modesta, apenas una gota en el océano del negocio mundial del agua envasada, que mueve cada año decenas de miles de millones de euros. Sólo en EE UU sus ventas en 2007 rondaron los 18.000 millones de euros.
El consumo de agua embotellada lleva varios lustros creciendo en España a tasas anuales del 5%, del 7% y hasta del 12%, aunque en 2007 cayó excepcionalmente un 2,2%; a tasas del 9% en EE UU; y en el mundo, en siete años -desde 2001-, ha crecido un 57% este mercado. El leve descenso en España del pasado año, según Aneabe, "forma parte de una fluctuación normal en la evolución de un sector consolidado. Las envasadoras son conscientes de que el consumo está muy vinculado a estaciones estivales con altas temperaturas y, en este sentido, el último verano fue menos caluroso que en años anteriores".
Excepciones aparte, el agua embotellada, según la consultora australiana de marketing de bebidas Fountainhead, ha pasado en sólo una década de ser un negocio importante pero secundario a situarse como la segunda o la tercera mercancía legal que más dinero mueve en el mundo después del petróleo y el café.
La promoción publicitaria del consumo del agua mineral como presunta fuente de salud y como ayuda para estar en forma tiene buena parte de culpa en esta expansión. También la tiene un cierto nivel de esnobismo y de culto por el lujo: los mejores restaurantes han introducido cartas de aguas junto a las tradicionales cartas de vinos, se ha creado la profesión de catador de aguas, y en Nueva York y Los Ángeles estrellas del cine pagan a precio de oro botellas de agua mineral traídas de la Patagonia o del monte Fuji de Japón.
No falta demanda, por tanto, y los márgenes que ofrece el agua envasada en muchos países y también en España, donde un litro le cuesta al consumidor hasta mil veces más de lo que paga por sacar ese mismo líquido del grifo de su casa, son difíciles de alcanzar en otra actividad o producto.
Un escenario que explica el que se haya disparado el mercado de compraventa de pozos y manantiales en España, en precios y número de operaciones, y que también ayuda a entender el que se estén dando situaciones cuando menos chuscas, por calificarlas suavemente, como la protagonizada recientemente por algunos agricultores.
La Comunidad de Regantes de Villena (Alicante), una de las más activas a la hora de criticar la política hídrica del Gobierno de Rodríguez Zapatero, autorizó a primeros de mayo la venta de parte de los recursos de su acuífero (entre 0,2 y 0,7 hectómetros cúbicos) a la multinacional francesa Danone para la puesta en marcha de una embotelladora de agua de la marca Font Vella a cambio de 240.000 euros. Andrés Martínez, presidente de los comuneros y dueño de unos terrenos en los que Danone instalará la planta, argumenta que los regantes van a cobrar a 1,20 euros el metro cúbico y que ese dinero les permitirá modernizar sus regadíos.
La voracidad de las empresas que explotan el agua envasada, dicen algunas organizaciones ecologistas y ONG, está esquilmando los recursos hídricos de países en desarrollo y están incrementando el déficit de agua en países meridionales como España.
En Aragón, por ejemplo, donde saltan chispas ante eventuales trasvases de agua del Ebro, multinacionales como Coca-Cola (Aguas del Maestrazgo, en Teruel, y Vilas de Turbón) y grandes grupos nacionales como la cervecera catalana Damm (Aguas de Veri, en el valle de Benasque, y Aguas del Run, también en el Pirineo oscense) se han hecho, chequera en mano, con concesiones de explotación de manantiales a muy largo plazo. Igual ha pasado en otras regiones con Pascual o Danone, sólo por citar dos ejemplos más.
El creciente precio ambiental que hay que pagar por el mayor consumo de agua embotellada empieza a generar una reacción que pretende que el ciudadano vuelva a beber del grifo. Nueva York, París, Londres y Roma han iniciado campañas en tal sentido por razones ecológicas y también por razones económicas y de defensa del consumidor. En el Reino Unido, en 2004, Coca-Cola tuvo que reconocer que el agua de su marca Dassain era agua común y corriente del grifo que era vendida en botellas de medio litro y optó por retirar medio millón de botellas del mercado argumentando que habían detectado niveles de bromato que excedían las normas legales británicas. No es una excepción, buena parte del agua embotellada que se vende en el mundo es agua tratada procedente del abastecimiento urbano.
Las empresas de agua envasada niegan la mayor y argumentan, en palabras de Irene Zafra, secretaria general de Aneabe, que conforman "un sector responsable que realiza un gran esfuerzo medioambiental para preservar el equilibrio natural de los manantiales. Hay que tener en cuenta que la producción de aguas minerales tan sólo representa un 0,02% de los recursos hídricos subterráneos de España".
"La industria envasadora asegura el equilibrio natural de estos acuíferos tanto en calidad como en cantidad", afirma Zafra, "haciendo un uso racional y responsable de ellos. Así, cada una de las empresas dispone de un caudal máximo de explotación y un perímetro de protección que les son concedidos por las autoridades mineras de cada comunidad autónoma y sobre los que las autoridades competentes ejercen un control".
España cuenta con un centenar largo de marcas de agua mineral, pero la mayoría son pequeñas empresas regionales y manantiales locales que están viviendo en los últimos años un proceso de concentración acelerado para poder hacer frente a los grandes grupos y a las multinacionales o siendo absorbidas por éstos.
Una decena de grandes grupos, capaces de afrontar los costes de distribución por todo el territorio nacional, se reparten el grueso de la tarta de este negocio. A la cabeza está Danone, que es también uno de los líderes mundiales en agua envasada, que con sus marcas Font Vella y Lanjarón domina una quinta parte del mercado español. A continuación, y con cuotas cercanas al 10%, figuran San Benedetto (marcas Fuente Primavera, Fuencisla y Font Natura) y Grupo Leche Pascual (aguas Pascual Nature, Bezoya y Cardó). Otros grupos importantes son la empresa centenaria Vichy Catalán (Vichy Catalán, Malavella, Mondariz, Font d'Oro, Font del Regás, Les Crues y Fuente Estrella), Nestlé Waters (Aquarel y Nestlé Pure Life), Grupo Dann, Solán de Cabras y el grupo Fuensanta.
La patronal de estas empresas refuta también otra de las críticas más habituales a esta pujante industria: su elevado consumo de energía y los daños medioambientales de sus envases. Algunos estudios señalan, por ejemplo, que para producir el agua embotellada que se consume en EE UU se necesitan quemar 1,5 millones de barriles de petróleo. Zafra asegura, sin embargo, que los afiliados de Aneabe invierten "en la gestión correcta de sus envases, siempre reciclables, habiendo conseguido reducir su peso en un 45% en los últimos 10 años".
Fuente de información
18 de septiembre de 2008
Se eleva a 25 el número de personas hospitalizadas por beber agua contaminada en Lugo
Los análisis realizados al agua de la fuente detectan la presencia de una bacteria que produce fiebres, diarreas y vómitos.
El número de ingresados en el Hospital Xeral de Lugo por haber bebido agua en mal estado de una fuente se ha incrementado hasta 25, después de que cuatro niños más fueran hospitalizados y otro adulto fuera puesto en observación.
Los intoxicados comenzaron a ingresar en el hospital desde el pasado jueves, y que les provocaron dolores estomacales y fiebre. De acuerdo a fuentes del hospital, son 12 menores y diez adultos los que permanecen en el Hospital en tratamiento. A ellos se suman tres adultos en observación.
El delegado de Sanidad en la provincia de Lugo, Miguel Ángel Rodríguez Lois, ha manifestado que el estado de los afectados "es bueno" en general, y que en las próximas horas se espera que remita el brote.
El agua contaminada
El agua contaminada de la fuente pública contenía varías bacterias, una de ellas la shigela, según ha informado el responsable de Sanidad lucense, Miguel Ángel Rodríguez Lois. La shigelosis es una infección bacteriana similar a la gastroenteritis que produce diarreas, vómitos y fiebre alta.
El pasado viernes se tuvo conocimiento de los primeros ingresos hospitalarios y todos los hospitalizados tenían en común el haber bebido de la fuente pública de O Castiñeiro. La concejala de Medio Ambiente había desaconsejado beber del manantial, aunque no había ningún cartel indicándolo. Ahora la fuente se encuentra vallada y sin agua.
Se sospecha que el manantial pudo contaminarse por aguas fecales. El Ayuntamiento de Lugo recomienda que, por el momento, no se beba agua de las fuentes de la ciudad.
12 de septiembre de 2008
Esto es un momento Histórico dice el cámara
¿Problemas con su fuente de agua?
4 de septiembre de 2008
LA CALIDAD DEL AGUA EN ESPAÑA.
JOSEP CORBELLA - 06/09/2001
Barcelona.- Un amplio estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y del Institut Municipal d'Investigació Mèdica (IMIM) de Barcelona revela que el agua de consumo doméstico contiene sustancias que pueden desencadenar algún tipo de enfermedad cancerosa: los trihalometanos (THM), que se forman cuando la materia orgánica que arrastra el río entra en contacto con el cloro en la planta potabilizadora. El estudio ha llegado a la conclusión de que los THM y otros residuos de la cloración son responsables de unas 600 muertes anuales en España, unas cien de ellas en Cataluña. "La cloración puede representar un riesgo para la salud de las personas", advierte Joan Grimalt, químico del CSIC y codirector de la investigación.